Los embarazos a temprana edad, en la mayoría de los casos, no son intencionados. Pero, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “existen muchas barreras, retos y mitos acerca del aborto en la adolescencia temprana”. Y esto, responde a varias razones, entre ellas:
1. La naturalización del embarazo en niñas y adolescentes.
2. La falta de recursos.
3. El abuso sexual.
4. La desinformación, entre otras.
Situaciones, en las que muchas veces, terminan obligando a las niñas y adolescentes a un embarazo forzado o exponiéndolas a abortos inseguros, colocando en grave riesgo su salud. Esto pasa principalmente, en aquellos países donde el aborto es penalizado y no existe ningún tipo de protocolos de atención a este tipo de casos.
Sin embargo, la interrupción voluntaria del embarazo en niñas y adolescentes es posible y hacerlo de manera segura significa que sea ante la presencia de personas competentes, con las condiciones sanitarias necesarias y se disponga de los insumos precisos.
Según, el Consorcio Latinoamericano Contra el Aborto Inseguro (CLACAI), el aborto seguro a temprana edad puede realizarse de dos (02) formas:
a. Con medicamentos: es un procedimiento no invasivo, seguro tanto en menores, como en mujeres adultas y puede realizarse desde el hogar con acompañamiento de personal con conocimiento en esta forma de interrupción; en este caso, los fármacos utilizados son la mifepristona (neutraliza la hormona del embarazo) y el misoprostol (estimula la expulsión).
Las dosis a utilizar dependerán del tiempo de gestación de la niña o adolescente y la tasa de efectividad de este procedimiento, son:
-94% hasta la semana 13 de gestación.
-95% de 10 a 13 semanas de gestación.
-90% de 13 a 24 semanas de gestación.
b. Aborto instrumental o quirúrgico, aspiración manual endouterina (AMEU): este procedimiento es un tanto invasivo, sobre todo para las niñas y adolescentes, porque tienen un cuello de útero o cérvix fisiológicamente inmaduro y a través de este método pudiera sufrir desgarros al introducir la cánula, para evitarlo es imprescindible la evaluación ginecológica previa para corroborar el tamaño y la posición del útero.
Este procedimiento debe ser realizado, obligatoriamente, por un especialista, en un centro de salud óptimo para hacerlo. “La aspiración puede ser aplicable para úteros menores de 13 a 15 semanas de gestación”. Su efectividad es total, siempre que se realice respetando los procedimientos.
Finalmente, resaltar la importancia de informarse y asesorarse bien a la hora de realizar este tipo de procedimientos; sí es posible el aborto en menores y es necesario que las niñas y adolescentes, puedan contar con sus familiares y ser acompañadas durante este proceso; darles la oportunidad de seguir adelante con sus vidas e ir tras sus sueños, sin cargar con una responsabilidad para la cual no están preparadas ni física ni emocionalmente. ¡Niñas, no madres!