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Aborto en Venezuela: una lucha por los derechos de las mujeres

Aborto en Venezuela: una lucha por los derechos de las mujeres

El aborto es un tema polémico y sensible en muchos países del mundo, especialmente en América Latina, donde la mayoría de las legislaciones son restrictivas y penalizan la interrupción voluntaria del embarazo en casi todos los casos.

Venezuela, no es la excepción. Según el Código Penal vigente desde 1897, el aborto está prohibido y castigado con prisión de seis meses a dos años, salvo cuando se practica para salvar la vida de la mujer embarazada.

Sin embargo, esta norma no contempla otras situaciones que afectan gravemente la salud física y mental de las mujeres, como el embarazo producto de una violación o de un incesto, o el embarazo de un feto con malformaciones incompatibles con la vida.

Estas son las llamadas causales humanitarias, que han sido el eje de la lucha de diversos colectivos feministas y de derechos humanos en Venezuela, que reclamamos una reforma legal que permita el acceso al aborto seguro y gratuito en estos casos.

La realidad del aborto clandestino en Venezuela:

A pesar de la prohibición legal, el aborto es una realidad en Venezuela, donde se estima que cada año se realizan un gran número de abortos de manera clandestina.

En la mayoría de los casos, estos abortos se practican en condiciones de riesgo e inseguridad, que ponen en peligro la vida y la salud de las mujeres, especialmente de las más pobres y vulnerables, que no tienen acceso a servicios médicos de calidad ni a métodos anticonceptivos eficaces.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aborto inseguro es una de las principales causas de muerte materna en el mundo, y en Venezuela representa el 20% de las muertes de mujeres embarazadas.

Además, el aborto clandestino implica una violación de los derechos humanos de las mujeres, que son sometidas a la estigmatización, la discriminación, la violencia y la criminalización por parte del Estado y de la sociedad.

La lucha por el aborto legal en Venezuela:

Ante esta situación, diversas organizaciones y movimientos sociales hemos impulsado una campaña para exigir al Estado venezolano que garantice el derecho al aborto legal, seguro y gratuito en las causales humanitarias de violación, incesto y riesgo de vida o salud de la madre o del feto, instando al país en varias ocasiones a modificar su legislación para despenalizar el aborto en estos casos.

Asimismo, nuestra lucha se apoya en las experiencias de otros países de la región, como Argentina, Uruguay, Colombia y México, que han avanzado en la ampliación de los derechos reproductivos de las mujeres y han reconocido el aborto como un asunto de salud pública y de justicia social.

También buscamos, con cada una de nuestras acciones, sensibilizar a la opinión pública sobre la realidad del aborto en Venezuela, y sobre la necesidad de garantizar una educación sexual integral, una atención sanitaria de calidad y una protección legal para las mujeres que deciden interrumpir su embarazo.

Vannesa Rosales, un símbolo de la lucha por el aborto legal:

Uno de los casos que ha generado mayor repercusión y solidaridad en el marco de la lucha por el aborto legal en Venezuela es el de Vannesa Rosales, una profesora y activista de 31 años que fue detenida el 12 de octubre de 2020 por ayudar a abortar a una niña de 13 años que había sido violada.

Rosales, que era conocida por su trabajo en favor de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en Mérida, facilitó información y las pastillas de misoprostol, un medicamento utilizado para la interrupción del embarazo, a la madre de la niña, que buscó su ayuda al enterarse de la situación.

La niña, que sufría de desnutrición y cuyo útero no estaba desarrollado, había sido violada por un hombre de su comunidad, que fue detenido y puesto en libertad, y que actualmente está prófugo.

Rosales fue acusada de «aborto provocado con la agravante de haberse cometido en una adolescente», «agavillamiento» (asociación criminal) y «asociación para delinquir», según el oficio judicial del 11 de enero de 2021.

Tras pasar tres meses en prisión, Rosales fue beneficiada con una medida de arresto domiciliario en el que estuvo unos meses más hasta que fue sentenciada y liberada de los cargos. Convirtiendo su testimonio en ejemplo de lucha, permitiendo visibilizar toda la violencia que existe hacia la mujer.

En conclusión, ciertamente, el camino hacia la despenalización del aborto es bastante largo debido a que Venezuela es un país mayormente católico, por lo que los movimientos feministas del país continuaremos alzando nuestra voz para exigir el respeto a los derechos sexuales y reproductivos de la mujer como parte de los derechos humanos. 

Si necesitas ayuda, escríbenos tu caso al siguiente correo: contacto@entre-nosotras.org

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