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¿Cómo acompañar a una niña o adolescente embarazada?

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El embarazo en niñas o adolescentes, representa en el ámbito social, un conflicto familiar y comunitario, un hecho que propicia aún más la discriminación y violencia de género, la pobreza y desigualdad y, la reproducción de patrones sociales y culturales que vulneran los derechos del género femenino.

Cuando una niña o adolescente menor de 15 años queda embarazada, es común ver que desde el núcleo familiar e incluso desde la misma comunidad, por desconocimiento y falta de herramientas para afrontar esta situación, les estigmatice, juzgue y abandone, dejándolas a su suerte, siendo que aún no están preparadas para asumir la responsabilidad de sostener y criar una vida.  

En este sentido, tenemos que la organización Mundial de la Salud (OMS) define la adolescencia como  «el período de la vida en el cual el individuo adquiere la capacidad reproductiva y transita los patrones psicológicos de la niñez a la adultez”.

Se trata entonces, de una etapa en la que las niñas y adolescentes experimentan un torbellino de cambios fisiológicos, psicológicos y sociales, en los que pasan por un proceso de exploración y adaptación.

En consecuencia, durante este periodo de la vida, las niñas y adolescentes requieren mucha orientación, educación y acompañamiento, para evitar que producto de la desinformación, manipulación o violencia lleguen a tener un embarazo no intencionado.

Pero, ante esta situación, que es realidad en muchas comunidades, valdría la pena preguntarnos: ¿Quién o quiénes son los responsables del embarazo en una niña o adolescente? Es importante que se establezcan responsabilidades y reflexione respecto a este conflicto social, declarado por la OMS como un problema de salud pública.

Nos encontramos con situaciones en las que la niña violada queda embarazada y es tirada a los brazos del agresor; la adolescente que sostuvo relaciones sexuales, sin protección, con un compañero de la escuela, queda embarazada y la familia es la primera en juzgarla y estigmatizarla; la niña o adolescente que fue manipulada por un adulto para tener intimidad, queda embarazada y es dejada a su suerte. Y así, muchas situaciones cargadas de doble moral, injusticia y sobre todo violencia.

Ante este y otros escenarios, es juzgada la niña o adolescente embarazada, pero ¿Dónde queda la responsabilidad de los adultos a cargo de esa vida? ¿Dónde queda la responsabilidad de quien tuvo relaciones con esa niña o adolescente? ¿Dónde queda la responsabilidad de la comunidad y la escuela que les corresponde brindar educación sexual y reproductiva? ¿Dónde queda la responsabilidad del estado y el sistema judicial del país que permite que eso ocurra y quede impune?

La verdad es que, es más fácil etiquetar a la niña o adolescente de calentonas, irresponsables o descuidadas, como efectivamente hace la sociedad y la familia, quienes por desconocimiento las dejan solas, pero ¿qué hacer entonces? Acompañarlas.

A continuación, algunas herramientas para la familia, escuela y comunidad, a propósito de acompañar a las niñas y adolescentes que se encuentran experimentando un embarazo no intencionado.

Escuchar:

  • Crea un clima de confianza y amplitud para que la niña o adolescente pueda relatar lo ocurrido y de esta manera poder conocer cómo sucedieron los hechos e identificar si existió violencia o manipulación.
  • Durante este espacio, permite que pueda expresarse libremente, trata de no interrumpirla mientras esté hablando.
  • Realiza preguntas orientadas a conocer su sentir, sus miedos, inquietudes y expectativas.
  • Respeta sus ideas, evitando estigmatizarla, juzgarla o desestimar sus creencias y forma de ver lo que está ocurriendo.
  • Escucha con mucha atención todo lo que quiera decir, escuchar se trata de atender y entender, utilizando nuestro intelecto para comprender lo que la otra persona nos quiere decir.

Orientar:

  • Comunícate siempre desde el amor y el respeto, no eres superior por ser el adulto o adulta, simplemente tienes más experiencia de vida.
  • Háblale de las posibles opciones y consecuencias de cada una, entre ellas: tener y hacerse cargo del bebé, darlo en adopción o al cuidado de un familiar e interrumpir voluntariamente el embarazo.
  • En algunos casos, las niñas o adolescentes se percatan del embarazo cuando ya está muy avanzado y no es posible la interrupción voluntaria, por lo que se debe sobre todo orientar el recibimiento de la nueva vida y su vinculación con la niña o adolescente madre.
  • Orientar el establecimiento de responsabilidades del embarazo; las mamás y papás, deben reconocer las faltas, es decir, hacerse parte del problema y la solución. Y por otro lado, hacer partícipe al progenitor como responsable de la gesta o buscar justicia contra el agresor en caso de haber sido por violación, incesto o explotación sexual.
  • Establecer, junto a la niña o adolescente, los pasos a seguir en función de su bienestar físico, psíquico y emocional que afecten en menor medida su vida y desarrollo personal.

 Apoyar:

  • Respetar las decisiones que pueda tomar la niña o adolescente embarazada.
  • Ofrecer ayuda psicológica que le permitan tener herramientas para la toma de decisiones y manejo de las emociones.
  • Ofrecer la posibilidad de contar con atención médica, alimentación y suplementación nutricional adecuada.
  • Realizar los exámenes médicos de rutina para verificar su estado de salud y descartar enfermedades de transmisión sexual.
  • Defender a la niña o adolescente embarazada de situaciones de violencia,  estigmatización o presión social.

Acompañar:

  • Brindar seguridad y protección en todo momento.
  • Estimular la prosecución de sus estudios y su vida cotidiana.  
  • Incentivar su formación en algún oficio que le permita desarrollar sus talentos y capacidades productivas.
  • Estar junto a la niña o adolescente embarazada en todo momento, sea en su control prenatal, parto o en la interrupción voluntaria.
  • Propiciar el establecimiento de algún método anticonceptivo para evitar otro embarazo no intencionado.
  • Acompañarlas en la crianza, recordemos que se trata de niñas criando niñas y niños, por lo que no cuentan con la madurez necesaria para hacerse cargo de una vida; como adultas y adultos, estamos llamados a estar presentes y ofrecerles las herramientas necesarias para cuidar y criar.

En algunos casos las niñas o adolescentes embarazadas deciden tener el bebé porque cuentan con el apoyo de la familia, se casan o van a vivir con la pareja o simplemente no tuvieron opción; otras deciden tenerlos y darlos en adopción; y, otras deciden interrumpir voluntariamente el embarazo con o sin ayuda. 

En todos los casos, se corren riesgos y traen consigo una serie de consecuencias y desafíos para la vida de la niña o adolescente embarazada. Sin embargo, para ellas es mucho más sencillo cuando son escuchadas, orientadas, apoyadas y finalmente acompañadas por su entorno.

Si estás pasando por una situación similar con algún familiar, amiga o persona cercana, no dudes en seguir estas recomendaciones y hacer de esta situación una oportunidad de estar del lado de la gente que construyen y no de quien se sienta sólo a juzgar a los demás.

#NiñasNoMadres

#Acompañarlas

2 comentarios en “¿Cómo acompañar a una niña o adolescente embarazada?

  1. Creo que es muy importante lo de escuchar sin juzgar. Queeee horrible cuando la gente dice Aaaaaaay mi mamá me tuvo a los 15 años y creen que porque su mamá o algún familiar o amiga tuvo un hijo a tan temprana edad todas las adolescentes que se embarazan tiene que parir obligadas y sufrir
    ESO HAY QUE CAMBIARLO

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