El embarazo no intencionado en niñas y adolescentes menores de 15 años, representa, sin duda, un quiebre en sus vidas, generando consecuencias en su salud física y emocional, afectando además sus relaciones sociales y situación económica, siendo estos efectos negativos más palpables en aquellos casos donde, por una u otra razón, hayan decidido continuar con el embarazo o no hayan tenido otra opción.
Esta situación, representa además un problema social, que afecta el entorno familiar y comunitario, porque por lo generar, en las comunidades no se cuenta con las herramientas para sostener a una madre niña o una madre adolescente, sino que por el contrario desde allí, se les estigmatiza, bloquea, señala y violenta.
En este sentido, el embarazo no intencionado, en niñas y adolescentes, constituye un fenómeno mundial, considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como un problema de salud pública, dado a que representa una de las principales causas de mortalidad materna e infantil, manifestación de enfermedades y reproducción de la pobreza.
Según un informe de la OMS, publicado el 31 de enero de 2021, «…unos 16 millones de muchachas de 15 a19 años y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15 años dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos».
De manera que, nos encontramos con «niñas criando niñas y niños», un escenario poco alentador para ambas vidas, más en aquellos casos donde las niñas y adolescentes cuentan con poco o nada de apoyo y acompañamiento ante esta situación de tan alta vulnerabilidad.
Pero, ¿cómo es que ocurre este fenómeno? Entre las causas de los embarazos producidos en niñas y adolescentes, podemos mencionar: la falta de educación sexual y reproductiva, el acceso a los métodos anticonceptivos, los roles culturales asignados al género femenino, que las lleva a casarse e iniciarse sexualmente a temprana edad y, en el peor de los casos, al abuso o explotación sexual e incesto.
Por lo general, todas estas causas están íntimamente relacionadas a la pobreza y la desigualdad social del sistema económico que no hace más que reproducir el mismo esquema de abandono, abuso, discriminación, violencia y explotación hacia las mujeres y hacia la vida humana, mejor conocido como «capitalismo patriarcal».
En consecuencia, tenemos que el embarazo no intencionado, en niñas y adolescentes, acarrea una serie de efectos negativos, no sólo para sus propias vidas y la vida que se procrea, sino para la sociedad en general.
A continuación, algunos efectos negativos del embarazo no intencionado, en niñas y adolescentes menores de 15 años:
Efectos en su salud física:
- Posibilidad de tener mayores complicaciones durante el embarazo y el parto.
- Exposición a los cambios hormonales propios del embarazo.
- Alta tasa de mortalidad.
- Mayor tendencia a la malnutrición por déficit.
- Partos prematuros.
- Riesgos de preeclampsia o eclampsia.
- Riesgo de una enfermedad de transmisión sexual.
- Posibilidad de presentar problemas obstétricos a largo plazo.
Efectos en su salud psíquica y emocional:
- Desorientación, una niña o adolescente embarazada no sabe qué hacer, sus sueños e ilusiones se derrumban.
- Miedo al rechazo y la discriminación por parte de la familia y amistades.
- Ansiedad, angustia y estrés por todos los cambios que experimenta en relación a su vida, su cuerpo y su entorno.
- Baja autoestima y auto-aceptación, puede sentir que decepcionó a sus seres queridos y por eso llega a creer que no vale nada.
- Posibilidad de tener rechazo hacia el recién nacido o recién nacida.
- Riesgo de desarrollar una depresión post-parto.
Efectos en sus relaciones sociales:
- Problemas familiares.
- Discriminación por parte de sus propias amistades y allegados.
- Cambio en sus actividades rutinarias, tales como: estudiar, jugar, hacer deporte, entre otras.
- Deserción escolar, tiende a abandonar la escuela por vergüenza.
- Esta situación, propicia una relación dependencia económica y emocional hacia su grupo familiar o inclusive hacia el propio abusador o victimario.
En conclusión, una niña y adolescente que enfrenta un embarazo no intencionado, se encuentra en un periodo de mucha vulnerabilidad física, psíquica, emocional, social y económica, razón por la cual más que dar la espalda y dejarla a su suerte, lo que corresponde es escuchar, orientar y acompañar para que en definitiva, con las distintas opciones que existen, pueda tomar la mejor decisión para su vida y futuro.
Decimos que se tratan de embarazos no intencionados, porque precisamente una niña y adolescente menor de 15 años, en esa etapa, no quiere parir y es importante recalcarlo, porque producto de la manipulación mediática, prejuicios y desinformación respecto a este tema, se tiende a etiquetar a nuestras niñas de irresponsables, siendo esa una posición muy cómoda y poco constructiva en el cuidado de la vida.
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Don Quijote
Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos.
Y de todos, ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva; porque la claridad de su prosa y aquellas entricadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: «La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura»